0070_Agustín Acosta. III. 35
Agustín Acosta 35º
III
Esta gris alameda, abandonada y sola,
tiene la gracia antigua y el sabor colonial;
una reminiscencia de la vida española
frente a los edificios de corte conventual.
¡Alameda de Paula! Blando rumor de ola;
brisas entre los álamos, dulzura espiritual;
sordo ruido de carros que, en la calleja, viola
el solemne silencio de la tarde glacial.
Junto al muelle desierto, pacífico y mojado,
la Alameda de Paula duerme en un sosegado
sueño, su vieja vida de perpetua inacción.
Como esas viejecitas que tuvieron amores,
y que hilan sus recuerdos desde los corredores,
sin un deslumbramiento, sin una sensación.
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